Fotos Cooperativa Chilavert
Introducción, text by Adriana Almagro
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Taller Gaglianone. Hoy Cooperativa Chilavert Artes Gráficas, una de las tantas empresas recuperadas por sus trabajadores en Argentina.
El cuadro general es el de empresas pequeñas - muchas con tecnología obsoleta - que en el momento de auge ocuparon entre 45 y 100 trabajadores, y que en mal estado por la falta de mantenimiento, se encontraban al momento de la toma en proceso de abandono, cierre o quiebre. Casi todas ellas, típicas representantes de sectores débiles del capital, golpeadas por la reconversión capitalista que se inicia a mediados de los setenta.
Detalle del cuarto de revelado.
El proceso pre prensa para la impresión offset, el revelado de las planchas y el retoque continúan realizándose en forma manual.
Una vez utilizadas las planchas de metal, las venden a IMPA, otra empresa recuperada, que las recicla para incorporarlas a su proceso productivo. De este modo Chilavert generó el dinero inicial para comenzar la producción. La vinculación entre empresas recuperadas es un objetivo de muchos de estos emprendimientos.
Hueco en la pared hacia la casa del vecino, por donde pasaron los libros producidos clandestinamente durante la ocupación.
Los estudiantes secundarios pueden realizar pasantías para aprender el oficio. Esta es una de las maneras de articular lazos con la sociedad en forma más directa que les permite también transmitir la experiencia de la recuperación del trabajo y de la gestión obrera de la producción.
Un rasgo común de varias experiencias, es la búsqueda de vínculos con la comunidad, en particular a través de actividades culturales. En este caso, en la planta superior funciona el centro cultural y la galería de arte dónde exponen artistas plásticos, fotógrafos y se realizan recitales. Esta es una de las maneras que han ido encontrando las empresas recuperadas para convocar a los vecinos a familiarizarse con el fenómeno de la ocupación, y proponer nuevos espacios para la participación y el diálogo.
Buenos Aires. 25 de Noviembre de 2004. La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires aprobó la Ley de Expropiación Definitiva. Las cooperativas conformadas por los trabajadores podrán adquirir el inmueble pagando un crédito con plazo de 20 años. La lucha continúa por la aprobación de una ley a nivel nacional. Otras empresas no se muestran urgidas por la expropiación definitiva y prefieren el comodato del inmueble por plazos renovables. De un modo u otro, todas estas experiencias, con diferencias en su modo de organización, han demostrado cómo es posible producir sin patrones.